En la Comisión Permanente, legisladores oficialistas y de oposición inauguraron la temporada del uso electoral de la tribuna, con una guerra de acusaciones sobre quién es más corrupto, los del «cártel inmobiliario», o “el cártel de Andy”.
Fueron los partidos de la “cuarta transformación” los que arrancaron con el escándalo del «cártel inmobiliario», que involucra a líderes y legisladores de Acción Nacional (PAN) en la Ciudad de México, señalados de enriquecerse con la proliferación de construcciones no permitidas en el bastión panista, la alcaldía Benito Juárez.
“Hasta Felipe Calderón se los dijo hace unos años, hasta Margarita Zavala les dijo: tienen enquistada a la corrupción y no les ha importado”, acusó el vicecoordinador morenista, César Cravioto, al aludir el rompimiento del exmandatario con el partido que lo llevó al poder, al que acusó de traicionar principios.
Pero fue más allá y auguró que el coordinador de diputados panistas, Jorge Romero, señalado la víspera por la Fiscalía de la Ciudad de ser uno de los protagonistas del “cártel inmobiliario”, llevará ese estigma de la corrupción hasta la dirigencia nacional azul, pues, dijo, pronto conducirá a ese partido.
El PAN, acusó la diputada morenista Aleida Alavez, aplica este modus operandi “para financiar carreras politicas” acusó al recordar que es un empresario, no el gobierno de la ciudad, quien señala la responsabilidad de Romero.
Pero el bloque oficialista también recibió su parte. Durante la sesión, por primera vez en la tribuna legislativa el acusado fue el hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, Andrés López Beltrán, “Andy”, protagonista de presuntas pácticas de tráfico de influencias, reveladas la víspera por Latinus.
Sólo que en el debate salió un tercero en discordia, Movimiento Ciudadano (MC), que repartió para ambos lados.
El coordinador emecista, Jorge Álvarez Máynez reveló que sí existe el cártel inmobiliario y hasta fue “victima” de él, con pisos extra en el edificio donde vive.
Pero, reviró a Morena, pues dijo que ese partido hace uso faccioso de la justicia y de la Fiscalía. Condenó uno y otro caso, y advirtió “con la misma severidad se debe investigar a López Beltrán y la red de corrupcion que ha tejido, no de ahora, sino desde hace varios años”.
Todo mundo -sostuvo- “sabe que despacha en la casa del Pedregal. Todo mundo sabe que para contratos en cultura es con Andy, para ser dirigente y candidato de Morena, es con Andy”.
Incluso, acusó a Andrés y a José Ramón, ambos hijos del mandatario, de haber hecho que su padre haya traicionado su palabra, empeñada cuando, en carta el 13 de junio de 2019 se deslindó de cualquier familiar que hiciera negocios a costa del gobierno.